IV.

"Like a shooting star flying across the room,

so fast, so far, you're gone too soon."

Mirando por mi ventana, como de costumbre, dudando de si aquella estrella que brilla día a día en el cielo es real o un simple producto de mi imaginación pues hoy no queda ni rastro de ella, hoy el cielo está ahí para las grandes y grisáceas nubes que armonizan con mi pésimo estado anímico en estos instantes.

Hoy el sol abandonó su puesto, se olvidó de sus obligaciones, se olvidó hasta de quien es,

dejando nada más que el vacío de su ausencia, espero que las frías gotas de lluvia sean capaces de llenar su espacio, pero no será así, nada podría rellenarlo, ni si quiera crear esa falsa sensación que tan satisfactoria me sería, cierto es que un día de lluvia está bien, que podría alegrar a alguien, no todo se centra en tener un día soleado, de echo adoro los días de lluvia, pero hoy...hoy es distinto, ese tono grisáceo es diferente, ni las gotas de lluvia tienen ganas de trabajar.

Hoy me faltas tú, me faltas pero sé que nunca voy a poder verte, ni de lejos, ni sentir que estás ahí... hoy tengo contigo las mismas dudas que con el sol, dudo de si realmente exististe o fuiste un simple conjunto de sueños, quizá pesadillas, por el horrible desenlace de la historia. 

Hoy soy esa niña pequeña asustada a la que tanta falta le hace su hermano mayor, que no lo fuiste en su día, pero hoy lo eres, de echo hace tiempo que lo eres, porque siento sentirlo, pero así lo siento. 

Hoy necesito un día de sol, un día de esos que tanto me recuerdan al brillo de tu pelo rubio que tanto adorabas teñir, que me devuelva la calidez que me proporcionabas, tus ápices de niño pequeño que tanto peso quitaban a todo. Hoy esta "enana" te necesita, necesita a su hermano, a su "grandullón". Porque pase el tiempo que pase, el vacío de tu ausencia nada lo llenará y es un vacío que intento ignorar, pero está siempre ahí y esos días que coge fuerza y se hace notar siempre los habrá, duele, duele como la perdida de cualquier ser querido, deja ese sentimiento de impotencia al no poder hacer nada cuando la muerte se lleva a alguna de esas personas que son imprescindibles para nosotros de algún modo, pues al fin y al cabo esto es lo que sucedió para mi, no sé si me llevó a mi o te llevo a ti, ya no lo sé, son simplemente mis sentimientos los que transformados hoy siguen ahí, pero tengo la certeza de que jamás volverás a mi.

Hoy es tu "ángel sin alas" el que necesita que cambies

el gris del cielo con tu simple presencia. 

XXX.